LOS DATOS SON CLAROS. LA GESTIÓN DEL PNV, SIN EMBARGO, NO.

La ley permite tres tipos de contrataciones: negociado, concurso público restringido y concurso abierto con publicidad. El primero se adjudica directamente a la empresa que el Ayuntamiento quiere; el segundo obliga al Ayuntamiento a invitar al menos tres empresas y, el último, permite que cualquier empresa que desee competir pueda presentarse al concurso. La vía abierta y con publicidad puede utilizarse siempre, y las otras dos están limitadas en función del importe de la adjudicación.

Hasta ahora el PNV e Ibarrika en todas las contrataciones que han realizado han optado por la forma más restrictiva que la ley permite en cada obra. Con esto queremos decir que si la Ley permitía al PNV e Ibarrika invitar a tres empresas en lugar de obligarle a realizar un concurso abierto para que pudiesen competir todas las que así lo desaran, siempre han optado por la primera, es decir, por elegir ellos a las tres (o más) empresas con derecho a participar. De hecho, la única obra que se ha contratado por concurso abierto ha sido la del saneamiento de Zearreta, porque su importe de salida (160.000 euros) impedía elegir la fórmula restringida anterior.

La discusión sobre qué tipo de adjudicación no es de ahora, viene ya de largo. Desde EHbildu Barrika hemos presentado por dos veces –una por cada legislatura- un protocolo para consensuar entre todos los grupos un modelo de contratación que sea lo más eficiente y transparente posible y evite las sospechas de amiguismo y despilfarro que ciernen sobre las adjudicaciones que se realizan con poca competencia y aún menos información. La primera vez la presentamos el 26 de marzo de 2014 y, el 30 de septiembre de 2015 con el nuevo equipo de gobierno, probamos de nuevo. Ambas, que eran iguales en sus términos, fueron rechazadas. Lo curioso es que si en 2014 era apoyada por Ibarrika y el PNV lograba de los trásfugas el voto para rechazarla –en la actualidad miembros de Orain- en 2015, por el contrario, el portavoz de Orain apoyaba nuestra propuesta y el PNV la rechazaba con otros cuatro votos que hicieron necesario el voto de calidad del Alcalde. El representante de Ibarrika no asistió a dicho pleno pero ya ha dejado claro más de una vez que, contrariamente a lo defendido hace un año, ahora apoya sin reservas el modelo de adjudicación opaco e ineficiente del cuál, él como teniente alcalde, es partícipe.

Al margen de estos repentinos cambios de opinión de los miembros de Orain y de Ibarrika en función de la cercanía que tengan en cada momento con el PNV,  lo cierto es que la legislatura pasada, mientras existía una estructura de gobierno participativa se realizó la única adjudicación por concurso abierto que se ha llevado a cabo aun permitiendo la ley optar por una vía más restrictiva. Esta obra fue, concretamente, la del saneamiento de Abaroa y en su día ya dejó claro los beneficios de sacar a concurso público este tipo de adjudicaciones. Más aún, con el dinero que se ahorró de aquella contratación pública se repararon varias arquetas y accesos a viviendas en el barrio de Lepola. Como se ha comentado, en esta legislatura también se ha adjudicado una obra por concurso abierta, pero esta vez ha sido porque la ley así lo exige.

Sea como fuere las razones de optar por concurso abierto lo cierto es que la comparación de estas adjudicaciones arroja luz sobre qué modelo es más eficiente desde el punto de vista de los intereses de los vecinos y vecinas de Barrika. En la siguiente tabla comparamos dos obra sacadas a concurso público y otra de similar característica que se ha hecho recientemente a través de concurso restringido, es decir, en la que sólo han competido aquellas empresas que el PNV e Ibarrika han invitado. Los resultados parecen desmentir las afirmaciones del Teniente Alcalde y portavoz del PNV cuando afirma que él obtiene mejores precios negociando por su cuenta que a través del concurso público.

	Saneamiento Abaroa. Concurso Abierto 2013	Saneamiento Zearreta Concurso Abierto 2016	Saneamiento Lepola noviembre 2015. Concurso restringido
Número ofertantes	11	9	3
Precio de Salida	90.000 €	166.777 €	102.103 €
Rebaja del precio en %	30%	29%	20%
Ahorro respecto al precio de salida	28.000 €	47.500  €	16.500 €

 

Con estos datos no parece que sea necesario comentar mucho más. La obra de saneamiento de Abaroa, por ejemplo, a pesar de tener un precio de salida menor que el de Lepola, consigue una rebaja mayor, 28.000 euros frente a los 16.500 euros de la obra de Lepola. A esto habría que añadirle que sin dar ninguna explicación pública PNV e Ibarrika licitaron a 102.103 euros una obra que los técnicos del Ayuntamiento habían valorado en 2014 por 90.000 euros. Es decir, de no haber incrementado el precio de salida el ahorro para las arcas municipales hubiese sido casi nulo. Y es que, evidentemente, fijar un precio de salida ajustado es muy importante pues cuanto más se hinche el precio de salida mayor será la rebaja, pero no se ajustaría a la realidad. ¿Cómo evitar estas cuestiones? Pues a través de la contratación abierta, porque al presentarse todas las empresas que así lo deseen es más difícil que acuerden entre todas ellas no rebajar el precio.

Curiosamente, dos las empresas invitadas por PNV e Ibarrika al concurso restringido (Lepola), también se presentaron al concurso abierto (Zearreta) pero entre los nueve que se presentaron en total sólo pudieron quedar en cuarta y quinta posición, ofertando una rebaja respecto al precio de salida de sólo el 20%, en ambos casos. De hecho, la mayor rebaja ofertada en el caso de Zearreta es de un 33% pero al ofrecer dos días más para su ejecución (otro de los criterios) quedó relegado a la tercera posición. De haber ganado ésta última, la rebaja hubiese ascendido a 53.233 euros, en lugar de los 47.500 finales. En otras palabras, el pliego de contratación estaba diseñado de tal manera, que por terminar la obra sólo dos días antes la puntuación compensaba más de 6.000 euros de rebaja. ¿Comprobará el Ayuntamiento que efectivamente cumplen con el plazo acordado y no se retrasa ni un día? ¿Penalizará en caso de que lo haga?

En conclusión tanto PNV como Ibarrika se empeñan en afirmar que la mejor manera de adjudicar obras de envergadura es que sean solamente ellos quienes elijan a las empresas y las que supervisen todo el proceso de adjudicación. El sentido común, sin embargo, nos dice que un proceso donde participen todos los grupos y se fomente la competencia ofrece una mayor garantía de que el proceso sea efectivamente limpio, transparente, eficiente y, por tanto, beneficiosos para los vecinos y vecinas de Barrika. Los datos que acabamos de mostrar, además, así lo corroboran. Por consiguiente, esta insistencia no puede apoyarse en sobre el interés general del pueblo sino sobre intereses particulares y una forma de entender la política y la gestión municipal que si bien no es la que recogen en su programa electoral sí es la que practican día tras día: nula trasparecía, menos información y nada de eficiencia.