Seguro que os habréis percatado de las obras que se están realizando en Kurtzio puesto que están a la vista cuando accedemos a Barrika desde Sopela. El objetivo de esta obra no es otro que unir peatonalmente el semáforo de Goierri con el barrio de Kurtzio, evitando así que los vecinos, usuarios de autobús o caminantes de la zona tengan que circular por el arcén como hasta ahora.
Esta es una obra que quedó pendiente cuando hace cuatro años
y medio se realizaron las obras para la urbanización del semáforo junto
con el paso de cebra y el retranqueo para la parada del autobús. El semáforo nuevo sí permitía cruzar la carretera general de forma
segura pero, sin embargo, obligaba a caminar por el arcén a aquellos y aquellas
que quisiesen acceder a la zona de Kurtzio. A pesar de no ser un recorrido largo, todos
sabemos el numeroso tráfico que soporta este trazado junto con la escasa visibilidad de
esta zona en curva. Por tanto la obra además
de necesaria se hacía urgente.
La Corporación
anterior ya propuso un proyecto al respecto pero nunca llegó a ejecutarlo. Dicho proyecto, defendido por el PNV y el anterior
Alcalde, manejaba un presupuesto aproximado de 67.000 euros de los cuales
27.500 serían subvencionados por fuentes externas al Ayuntamiento siendo, por tanto, el
coste real para las arcas municipales de 40.000 euros más o menos. Lo que
encarecía la obra era sobre todo los materiales elegidos para la misma, como
por ejemplo el ballado de acero inoxidable que solo ello suponía un cuarto del
coste total, algo que nos parecía un lujo completamente innecesario y más, si
cabe, en estos tiempos que corren.
Después de
muchas discusiones a finales de 2012 la Comisión Técnica de Urbanismo propuso
renunciar a la subvención y acometer la obra mediante un proyecto más barato
que solucionase el problema de igual manera pero a un coste significativamente
menor. La obra que se consideraba urgente se programó para ejecutarla durante
el ejercicio de 2013 pero el PNV no la ha acometido hasta ahora y no sabemos por qué.
El coste del
proyecto en ejecución, según el Ayuntamiento, asciende a 22.000 euros, importe que aún
nos sigue pareciendo alto pero que desde luego es muy inferior a los 67.000
euros presupuestados por la corporación anterior. Aun así y como viene siendo habitual
desde que el PNV con el apoyo de los dos tránsfugas suprimieran las Comisiones
Técnicas, esta obra también la ha adjudicado el Alcalde a dedo y tampoco le ha
parecido pertinente contar con el resto de corporativos para su adjudicación. No
cabe duda que la supresión de las Comisiones Técnicas ha permitido al PNV
actuar de nuevo como si el Ayuntamiento fuera de su propiedad y explotar al
máximo las competencias que una ley municipal completamente presidencialista
como la actual le otorga por el mero hecho de presidir la alcaldía. Y todo esto, no lo olvidemos, con
sólo un tercio de los concejales del consistorio, aunque eso sí, con la
inestimable ayuda puntual de los dos concejales tránsfugas cuando necesita de
mayoría absoluta. Traemos esto a colación porque la única obra importante que se ha realizado a través de concurso público supuso una notable rebaja en el importe final.
No queremos
terminar esta entrada sin recordar que aún quedan dos obras de similares
características que no sabemos por qué el PNV todavía no las ha acometido
cuando tiene recursos suficienntes y presupuestados para ello. La primera, obedece al camino
que uniría Lepola con la parada de autobús más cercana y, la segunda,
consistiría en acondicionar una salida peatonal para los vecinos y vecinas de
Urtiana que no pueden acceder de manera segura al otro lado de la carretera. Ambas
soluciones se encuentran en el entorno de la Carretera BI 2122 por lo que la
responsabilidad, y por consiguiente la implicación de la Diputación de Bizkaia,
no se puede obviar.
El Ayuntamiento
dispone de recursos propios para realizar ambas obras de inmediato y por tanto
su deber es presionar a la Diputación de Bizkaia para que asuma su
responsabilidad y otorgue los permisos necesarios para poder ejecutarlas. Pero
parece que este Ayuntamiento no está por esta labor y da la sensación de que prevalecen los
intereses de Partido sobre los de los vecinos y vecinas afectadas. No habrá
muchos Ayuntamientos de nuestro entorno que teniendo la capacidad económica que
tiene Barrika genere tan poca inversión, incluso cuando ésta está programada y
contemplada en los Presupuestos Municipales. De ahí los escandalosos superávits
a final de año y la ausencia de inversión pública significativa en nuestro municipio en lo que vamos de legislatura.
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