En la sesión plenaria de la semana pasada se aprobó con
los votos a favor de PNV e Ibarrika el Programa de Participación Ciudadana para la Modificación Puntual de las Normas Subsidiarias (NNSS) del ámbito
Muriola-Barrikabaso. Como se sabe, EHbildu, decidió, sin embargo, abstenerse en la
aprobación de dicho documento, no porque no esté a favor del mismo, sino porque
consideramos que aprobarlo ahora es garantía de bien poco, y responde más bien a
intereses electoralistas que a razones de querer avanzar en la solución del
conflicto de Muriola y, desde nuestra coalición, como hemos venido haciendo siempre, nos
negamos rotundamente a entrar en ese juego aunque ello nos cueste más de una
crítica. En la crónica de dicha sesión (ver aquí), relegamos a una siguiente
entrada un análisis más detallado de la cuestión, porque muchos lectores y
lectoras que no sigan al minuto la evolución de asunto de Muriola, pueden no comprender
a qué se debe ahora aprobar una modificación de unas normas que en breve serán
superadas por el PGOU. Por ello, en la presente nota vamos a tratar de
explicar a qué obedece esta modificación con algo más de detalle, de forma que
podamos entender en qué escenario nos encontramos en este tema particular en la
actualidad. Vayamos sin más dilación al tema.
LA MODIFICACIÓN DE LAS NNSS, HERRAMIENTA PARA ACELERAR PLAZOS.
Para ello es necesario recordar una serie de cuestiones
previamente. La primera de ellas sería ser conscientes de cómo se ha llegado a
la situación actual de Muriola para lo cual recomendamos leáis si no lo habéis hecho una entrada
anterior sobre el origen y evolución del Muriola hasta la actualidad (pinchar
aquí para acceder). Una segunda cuestión sería el objeto de
la modificación en sí, es decir, por qué se quiere modificar unas normas que
están condenadas a ser sustituidas en breve por una normativa nueva como es el
PGOU. Efectivamente, esto que a priori, parece un sinsentido, obedece a la
diferencia sustancial entre los tiempos que necesitan para ser aprobados
definitivamente un PGOU, que necesita de un recorrido largo y complejo, frente a una
Modificación Puntual de NNSS que sería mucho más breve y sencillo. Es decir, con
esta medida lo que se pretende es modificar las normas vigentes, a la espera
que el PGOU sea aprobado definitivamente y entre en vigor. Evidentemente, esta
modificación puntual debe ser congruente con lo que se recoge en el PGOU, y por
tanto no puede modificarse en un sentido diferente a lo que el PGOU recoge para
dicha zona. Entonces ¿cuál es la función de esta medida? Pues, simplemente, la de acelerar
los tiempos para que lo que se propone en el PGOU para el sector
Muriola-Barrikabaso entre en vigor cuanto antes; antes por tanto, que el propio
PGOU sea aprobado definitivamente.
Una vez que tenemos claro que la función de la
modificación no es otra que acortar los plazos, la pregunta pertinente
sería a qué obedece esta necesidad de acelerar
el proceso, y la respuesta, como adivinaran quienes seguís este complejo
asunto, no es otra que la judicialización en la que se encuentra en la
actualidad esta cuestión. Es decir, la demanda que interpusiera Txipio Bai contra el Alcalde es la razón por la que ahora el PNV promueve a toda prisa la modificación de las NNSS con el objetivo de persuadir a la asociación naturalista para que retire la demanada. Pero esta judicialización no nace de la nada y es conveniente hacer algo de memoria.
JUDICIALIZACIÓN DE LA ZONA DE MURIOLA-BARRIKABASO.
Tras la sentencia del Supremo de 2009 donde se daba la
razón a Txipio Bai la asociación naturalista quiso abrir un proceso de
negociación con los 14 propietarios de las edificaciones con el ánimo de
regularizar dicha situación. El PNV intentó boicotearla en un principio (antes
de 2011), para luego apoyarla al principio de esta legislatura y luego volverla
a rechazar cuando esta negociación estaba a punto de rubricarse en el verano de
2013. Este acuerdo se concretaba en un Convenio que debía firmarse entre las
partes, Txipio Bai y los propietarios y propietarias, junto con el apoyo del
Ayuntamiento y Diputación, ambas como saben, gobernadas por el PNV. El diario
EL CORREO el 2 de agosto de 2012 titulaba un artículo que afirmaba que “Los dueños de los chalés de Muriola respiran «por fin
tranquilos»”. El
artículo que recogía las declaraciones del representante de los propietarios/as
de las edificaciones también subtitulaba que el “pacto para preservar el entorno de Barrika y salvar de la
piqueta la urbanización acaba con «ocho años de incertidumbre»” (pinchar aquí para leer el artículo). Como se
sabe, el cambio de posición del PNV dio al traste la negociación, cuando ésta
era asumida por parte de la inmensa mayoría de propietarios/as y la asociación naturista
Txipio Bai. La nueva versión del PNV de Barrika indicaba que parte de la zona
afectada debía ser urbanizable, de forma que abría expectativas para que se
edificaran más viviendas en una zona que el Tribunal Supremo había declarado en
firme que debía mantenerse como no urbanizable. El conflicto estaba de nuevo
servido y haciendo caso omiso de la sentencia del Supremo el PNV ofertaba
expectativas que irremediablemente terminarían en los tribunales y que ponían
en serio riesgo incluso las propias edificaciones existentes. Paradójicamente, muchos propietarios y
propietarias de las construcciones, espoleados por un PNV que les prometía
suelo urbano para sus viviendas apoyaron este viraje de última hora. Así la
validez del Convenio como solución factible e inmediata que evitaba la
judicialización sólo fue defendida por los Verdes y EHbildu, en un Pleno
extraordinario convocado por ambas fuerzas en la que como recordaran los dos
concejales tránsfugas que se supone defendían el convenio “enfermaron”
misteriosamente hasta el punto de no poder acudir ninguno de ellos al pleno,
permitiendo así que el PNV e Ibarrika rechazaran por mayoría la solución
acordada. Podéis recordar aquél bronco pleno de octubre de 2013 mediante su
crónica pinchando aquí.
Es imprescindible recordar dicha sesión plenaria para
comprender por qué ahora estamos donde estamos, por qué se ha llegado a la
judicialización del tema y por qué el PNV tiene ahora tanta prisa para
aparentar que está haciendo algo al respecto. Y es que desde que el PNV rechazara el Convenio el Alclade está inmerso
en una demanda que le puede obligar, nada más y nada menos, que a expulsar a los
vecinos y vecinas de sus casas. Incluso, él mismo podría acabar condenado por prevaricación. Con su actuación el PNV de Barrika y también el de Bizkaia, pasaron de la solución factible e inmediata al enquistamiento del conflicto y ahora que los afectados también son ellos mismos, parece que lo quieren remediar.
En aquél fatídico pleno EHbildu acusó al PNV e Ibarrika
de vender humo a la vecindad de Muriola, puesto que a pesar de que éstos oían
lo que más querían (que fuese su suelo declarado urbano) no existía la más
mínima posibilidad para sostener aquello en los tribunales. No existía y no
existe hoy tampoco una argumentación jurídica que declare dicho suelo como
urbano sin incumplir la sentencia del Tribunal Supremo de 2009. Lo dijimos en
aquel pleno y lo sostenemos en la actualidad. Y, efectivamente, el tiempo nos
ha dado la razón.
LA MODIFICACIÓN DE LAS NNSS, MISMA FUNCIÓN Y MISMOS TÉRMINOS QUE EL CONVENIO.
Y la prueba más evidente de ello, es que un año después,
el PNV ha presentado una propuesta para modificar las NNSS que tiene la misma
función y el mismo contenido que aquél famoso convenio que el PNV rechazó en
2013. Es decir, un año después presenta una modificación en los mismos términos
que el Convenio, que por supuesto se olvida de la opción de suelo urbano para este sector. Pero como resultado de la irresponsabilidad jeltzale,
la situación en la que viven los vecinos y vecinas de Muriola ahora es muchísimo
más angustiosa que la que describía El Correo en 2012. Ahora, se está
tramitando una demanda que puede abocarles a tener que abandonar sus casas. Es
decir, durante este año transcurrido, desde que se rechazará el convenio y se
haya presentado la Modificación de NNSS, que insistimos, no es otra cosa que
aquél convenio pero con diferente nombre, la situación no ha hecho más que
empeorar para todos los afectados y afectadas, incluido el propio Ayuntamiento,
que de momento ha consignado 21.000 euros por un documento que ya tenía
elaborado sin coste alguno y para un problema que ya se habría solucionado si lo que propone ahora el PNV lo hubiese aceptado entonces.
POSICIÓN DE EHBILDU BARRIKA.
Leído lo anterior puede que el lector o lectora no llegue
a entender por qué si efectivamente la modificación de las NNSS tienen la misma
función y recoge el mismo contenido que el Convenio, EHbildu que defendió desde
el principio esta vía, critique ahora que se presentara el Programa de
Participación para su aprobación cuando sólo es un paso necesario en toda
modificación de normas. Efectivamente, esto que puede parecer una contradicción
a primera vista se entenderá rápidamente con la siguiente explicación. Es
cierto, que la modificación de las NNSS recogen lo mismo que lo que indica el
PGOU y que no es otra cosa que lo que se recogía a su vez en el Convenio. Por
tanto desde EHbildu, apoyamos sin fisuras una modificación de este tipo. Ahora
bien, lo que criticamos en el pasado pleno son las formas y el orden que está
siguiendo el PNV, que en este caso sí pueden alterar el producto final.
En este sentido, para que esta vía tenga todo su sentido,
es necesario que el orden sea el correcto, y no el que parece proponernos el
PNV. Es decir, si las modificaciones de las NNSS recogen lo que indica el PGOU
y aquella sólo es una herramienta transitoria, lo lógico es que primero se
apruebe inicialmente el PGOU y luego la modificación. Porque esta modificación
no tiene que tener como objetivo principal persuadir a Txipio Bai para que
retire la demanda y luego ya veremos qué hacemos con dicha zona, sino la de
regularizar de una vez por todas la situación de las edificaciones afectadas y
zanjar este lamentable episodio urbanístico para siempre. Además, conociendo la
trayectoria en materia jurídica de Txipio Bai dudamos que esta maniobra le convenza para
que retire demanda alguna si no tiene las más mínimas garantías. Por tanto,
esperamos, que el PNV no cometa semejante irresponsabilidad y que tanto ellos
como su socio en este tema, Ibarrika, dejen a estas alturas de especular con esta tipo de cosas. Por tanto, insistimos, lo correcto no
puede ser otra cosa que primero aprobar inicialmente el PGOU y luego, en otro
pleno, el Programa de Participación y la Modificación puntual de las NNSS para
dicha zona inicialmente. Como finalmente el Programa ya se ha aprobado, esperamos que el PNV actue correctamente, al menos, con la Modificación.
Además, desde EHbildu ya presentamos por escrito cómo entendíamos que debíamos proceder en una Comisión
Informativa anterior y fue aprobada por la mayoría de los concejales/as, pero
el PNV, en su ya habitual irresponsabilidad sobre este asunto, decidió
hacer oídos sordos y presentar el Programa de Participación por su cuenta y sin contar aún con el
documento de modificación que daría inicio, precisamente, a dicha
participación. Y aquí hay recordar un dato que puede resultar fundamental y es que mientras el
programa de participación se aprueba con mayoría simple, la modificación de las
NNSS, sin embargo, requieren de mayoría absoluta. Por eso decimos que es una
irresponsabilidad, presentar el Programa sin el apoyo suficiente para la
modificación de las NNSS, que es en definitiva lo que podría desbloquear la
situación actual. Y como quedó patente en el Pleno, el PNV no tiene apoyos suficientes para lograr una mayoría absoluta a día de hoy.
Pero además del orden, también es importante considerar
algunos aspectos que el primer borrador del documento de modificación no
contempla y que a pesar de que se han solicitado por escrito tanto por los
representantes de EHbildu en comisión informativa como por la propia Txipio Bai en el
Consejo Asesor de Planeamiento aún no han sido, que sepamos, incorporados al
documento oficial. En el caso de las correcciones propuestas por EHbildu, es
necesario recordar que fueron apoyados por la mayoría de la comisión
informativa, y aún no sabemos si han sido incorporados al documento de
modificación dado que 5 semanas después, desde el 14 de noviembre
concretamente, aún no nos han hecho llegar el último borrador. De que se incorporen o no estas correcciones dependerá
nuestra posición sobre la Modificación Puntual. Por eso, al
contrario que Ibarrika, Ehbildu decidió no participar en esa pose vacía de contenido que propuso el PNV en el Pleno anterior, pues sólo
sirve para seguir manteniendo una estrategia de confusión y despiste, además de continuar vendiendo humo al
por mayor.
CONCLUSIONES FINALES.
Recapitulando lo anterior, queremos insistir una vez más que EHbildu
está a favor de modificar las NNSS con el objeto de regularizar la zona puesto
que lo que dicha modificación propone no es otra cosa que lo que se recogía en
el Convenio que defendimos hará más de un año. Ahora bien, y más en este asunto, las cosas han de
hacerse como es debido, y no aprobar un programa de participación “porque ya
está hecho” como indicó la representante del PNV en sesión plenaria. El
programa, efectivamente, se aprobó con los votos de Ibarrika y PNV pero esto
sólo sirvió como elemento de distracción, pues lo que realmente ha de
aprobarse, y no con mayoría simple sino con absoluta, es la Modificación de las
normas una vez se haya aprobado anteriormente el PGOU. Y por muchas vueltas que
ambos grupos le quieran dar o mucha perdiz que quieran marear, no cabe duda que
si verdaderamente quieren solucionar este lamentable problema (que no olvidemos generaron ellos) tendrán que volver a aceptar los criterios que defendemos
desde EHbildu, no porque lo digamos nosotros y nosotras, sino porque son de
sentido común.
Mientras tanto, seguirán jugando a aparentar que hacen algo y que no están rectificando en nada, pero la realidad que como se sabe, es muy tozuda, está dejando en evidencia los pies de barro sobre los que se apoyaba aquella aventura que iniciara el PNV con la ayuda de Ibarrika al desechar el Convenio. Más de un año después, la única propuesta que han aportado es la misma que recogía el convenio e, incluso, al igual que ocurriera en aquel entonces, esta posibilidad también la ha facilitado la propia asociación Txipio Bai a un Ayuntamiento completamente desorientado en este asunto. Esperemos que esta vez el PNV esté a la altura de las circunstancias y no alargue ni complique más aún la agonía de los vecinos y vecinas de Muriola.
Aunque un poco largo que interesante explicación y análisis.A que esperan l@s vecinos de Muriola en exigir responsabilidades al PNV por su lamentable situacion
ResponderEliminar