LA GESTIÓN EN LA RECOGIDA DE BASURA, UN DESASTRE ECONÓMICO PARA EL AYUNTAMEINTO Y UNA BICOCA PARA INBISA

El próximo 31 de marzo finaliza el contrato con la empresa INBISA, que como sabéis es la que recoge los residuos sólidos urbanos actualmente, por lo que hay que realizar una nueva licitación. Nos parece, por tanto, un buen momento para valorar cómo ha funcionado un servicio que supone una de las mayores subcontrataciones del Ayuntamiento.

En primer lugar tenemos que decir que el Alcalde no ha hecho caso a la mayoría municipal, y le ha regalado a INBISA recientemente 10.000€ de las arcas municipales por el coste de la subrogacion de los trabajadores, que como veremos ha sido una Alcaldada que deberá explicar. Los únicos que apoyan este regalo son los concejales del PNV (tres de los nueve que componen la corporación), el resto están en total desacuerdo. Vamos ha intentar explicar en la siguientes líneas el complejo proceso de contratación de la recogida de residuos que ha supuesto un suculento negocio para la empresa que recoge actualmente y, por consiguiente,  un muy mal negocio para el Ayuntamiento.

1º Justo cuando empezó la legislatura, junio de 2011, terminó el contrato con la empresa de recogida de residuos. La empresa era CESPA y llevaba contratada desde 2007. Hubo que prorrogar el servicio para que siguiera con la recogida mientras se tramitaba el concurso público. La empresa se aprovechó y cobró 21.000 euros por la recogida de dos meses (junio a agosto). En ese tiempo se logró sacar a concurso público la nueva contratación por 40.000 euros anuales pero quedó desierta porque las empresas alegaron que con ese precio apenas se cubrían los gastos de subrogación declarados por la empresa anterior, es decir, por CESPA. En Agosto, se contrató a REZIKLETA, que ganó otro concurspo por 6 meses en los cuales cobró el mismo importe total que CESPA por los dos meses de prórroga (21.000 euros). Es decir, 6 meses de recogida costaron lo mismo que 2. 

 

2º Finalmente en marzo de 2012 se logró sacar de nuevo a concurso el servicio, esta vez, por un importe de salida de 52.000 euros anuales que finalmente fue adjudicado a INBISA por 47.664€ anuales por un periodo de tres años. Esta contratación es la que termina ahora, el 31 de marzo. Uno de los apectos destacable del concurso es que esta empresa se impuso en la valoración gracias a la puntuación lograda por ofertar un día más de recogida, sin la cual no se habría impuesto.  Lo llamativo es que nunca llegó a cumplir con tal mejora, incumpliendo de manera reiterada las condiciones del contrato y con el consentimiento de un Alcalde que, a pesar de ser consciente de ello, nunca le exigió su cumplimiento.

3º En relación a la subrogación, que es el meollo del problema, viene heredado de la legislatura anterior, es decir de la contratación anterior que se remonta a 2007. Según la empresa contratada desde aquella fecha hasta 2011, CESPA,  el Ayuntamiento debería de asumir una subrogación de personal de "28 horas a la semana, de lunes a domingo". Pero lo cierto es que, en realidad, al Ayuntamiento sólo se le debía exigir una subrogación de 16 horas semanales, puesto que las otras 12 restantes eran resultado de la mejora ofertada por CESPA que se comprometió a recoger 7 días en lugar de los 4 estipulados en la licitación. Como el Alcalde anterior, hoy representante de Ibarrika, no se preocupó de solicitar a la empresa -tal como se exigía por contrato- los pagos a la Seguridad Social mes a mes, la empresa pudo "colar" al Ayutamiento una subrogación de 28 horas, 12 horas superior de la que realmente le correspodía (16h). Esto elevaba considerablemente el coste de subrogación para las empresas venideras y, por consiguiente, también el precio de salida de licitación.

 

4º Este error ha estado a punto de repetirse en esta legislatura y, si se ha evitado, ha sido gracias a la insistencia de EHbildu, que no ha parado de solicitar los documentos acreditativos de los verdaderos costes a subrogar. Tras casi toda la actual legislatura  insistiendo al Alcalde para que obligara a INBISA a presentar los pagos a la Seguridad Social de los trabajadores subrogados que acreditase su dedicación a Barrika, ahora por fin, lo hemos conocido. Y como sospechábamos, el Ayuntamiento ha estado pagando una barbaridad por el servicio de recogida de residuos durante los tres últimos años.

5º Los datos oficiales son los siguientes:

Trabajador peón 6.430€ + trabajador conductor 9.220€ = 15.650€ Esto es lo que realmente corresponde al Ayuntamiento de Barrika pagar en concepto de subrogación. Pero como el anterior Alcalde asumió como gastos de subrogación las horas de mejora de la anterior empresa CESPA y no verificó los gastos de subrogación que verdaderamente correspondía a Barrika, aquella empresa pudo declarar unos gastos de subrogación de 37.142€, cuando en realidad, como hemos podido comprobar después de tanto insistir, eran menos de la mitad. Evidenetemente, estos gastos no los han cobrado los dos trabajadores de la nueva empresa, de forma que los 21.492€ anuales o, más concretamente, los 64.476€ durante estos tres años de servicio en Barrika, han supuesto un beneficio neto para INBISA. A esto le debemos añadir 10.000 euros más que como comentamos anteriormente el Alcalde a abonado a la empresa en contra del criterio mayoritario del resto de la corporación en concepto de indemnización. Esto es lo que se conoce como hacer un negocio redondo; redondo, por supuesto, para la empresa.

6º Más allá de este suculento negocio, estos datos son importantes para que esto no vuelva a repetirse en la próxima licitación. Así, tenemos claro que el concurso ha de plantearse por 4 días semanales y cuatro horas a la semana, sin opción a mejorar ningún día más. Las mejoras ha de ser de otro tipo (mantenimiento de contenedores, limpieza, precio...).  Sabiendo además, como sabemos ahora, que la empresa saliente no podrá declarar gastos de subrogación superiores a 16.000€ anuales el precio de salida no debería superar los 35.000 euros anuales, ahorrándose el Ayuntamientoen torno a 14.000 euros al año más lo que se reduzca en el propio concurso. El precio de salida podría ser incluso algo menor.

 

CONCLUSION.

 

Esperamos que esta vez no se vuelvan a cometer los errores del pasado. Errores que fueron visibles gracias al control que se puso en marcha por la Comisión Técnica de Urbanismo. Hasta entonces el descontrol en esta materia era absoluto, no sólo en los costes de subrogación sino también en el control de las toneladas recogidas. Muestra de ello es que cuando asumió Rezikleta el servicio de un día para otro (y por arte de magia) se redujo la recogida de 733.000 a 575.000, un ahorro en concepto de gastos de vertido superior a los 14.000 euros.

Una vez definidos los gastos de subrogación para 4 horas de servicio durante 4 días a la semana (como en la actualidad) el precio de salida tienen que ser significativamente menor. Es decir, si los gastos de subrogación declarados se han "reducido" en 21.492 euros respecto a lo declarado por CESPA en 2011, el precio de salida debería reducirse notablemente.
 

Eso sí, durante esta legislatura la empresa contratada ha hecho un suculento negocio asumiendo unos gastos de subrogación que elevaron el precio de contratación pero que luego no ha tenido que pagar a los trabajadores. Ese beneficio es lo que se ha embolsado de más, o para que se entienda mejor, lo que hemos pagado de más todos nosotros y nosotras. Concretamente 64.500 euros.