SOSPECHAS, IRREGULARIDADES Y POCAS EXPLICACIONES SOBRE LAS VIVIENDAS DEL ALCALDE.

 

A pesar de que las noticias de Barrika no suelen prodigarse mucho por la prensa, y menos en la de mayor tirada, podemos decir que con el 2015 algo ha cambiado si consideramos que en los días 6 y 9 de enero hemos desayunado con dos artículos sobre nuestro municipio (pinchar aquí y aquí para acceder a ellos respectivamente). Ambas notas cuentan con la misma y única fuente de "información", el concejal tránsfuga Heri Lago Lekue (que viene siendo la única de dicho diario últimamente), y tratan sobre el mismo tema, las licencias de las viviendas del Alcalde, que aunque se le “olvida” citar al periodista en los dos casos, es como sabéis, del PNV. Y decimos viviendas en plural porque aunque no queda claro, cada artículo se refiere a una vivienda diferente (construcción de una y reconstrucción de otra). En las siguientes líneas vamos a tratar de explicar este asunto que tanta repercusión ha originado.

El primero de los artículos, el del 6 de enero, se refiere a una segunda vivienda que el Alcalde de Barrika solicitó construir en la zona de Musurieta. Lo relevante de esta nueva vivienda es que su construcción colmataba el número de viviendas que podían edificarse en la zona. Es decir, una vez otorgada esta licencia se negaba la posibilidad de nuevas construcciones dado que se alcanzaban las 30 edificaciones que se permitían en dicho núcleo rural. Al tratarse de la legislatura 2003-2007, desde EHbildu no sabemos en qué condiciones se dio aquella licencia y desde luego el concejal que ahora denuncia estos hechos nunca ha mencionado nada al respecto, por tanto no podemos aportar más a día de hoy sobre cómo se otorgaron aquellas licencias. Pero la irregularidad, que sí es evidente en la actualidad, es que dicha vivienda está aún sin terminar y que la licencia hace tiempo que ya caducó. Al ser además, la última vivienda que se puede construir, esta irregularidad podría ocasionar mayores problemas en caso de que algún propietario o propietaria de la zona quisiese construir puesto que al estar la obra sin finalizar y la licencia caducada, podría tener derecho a ello. Esto ya lo hemos denunciado en reiteradas ocasiones, y hemos presentado por escrito que se nos informara sobre la situación. El problema es que con la nueva configuración del Ayuntamiento que, por cierto, el concejal tránsfuga permitió con su apoyo, en las comisiones informativas nunca se llega a tratar las cuestiones de los partidos de la oposición que no le interesan al PNV. Por ello tras reiteradas solicitudes fallidas, preguntamos por escrito al Alcalde sobre este asunto en el pleno de junio de 2014 que con la diligencia habitual de nuestros gobernantes se nos contestó, también por escrito, más de 5 meses después (ver aquí la entrada que le dedicamos en este blog). La pregunta de EHbildu y la respuesta del PNV literalmente decían así:

EHBildu: ¿Nos van a contestar a la consulta que le remitimos en referencia a una vivienda construida por el actual Alcalde en el barrio de Musurieta y que parece que está sin terminar desde hace varios años?

PNV: Respecto de la vivienda del alcalde la misma se trata de una obra en curso. Entregará los documentos solicitados.

Esta escueta respuesta es lo que recibimos el 11 de noviembre y, por supuesto, seguimos a la espera de la documentación prometida por el PNV, pero la irregularidad en la que se encuentra dicha construcción por terminar, parece obvia.

En el segundo artículo, el del 9 de enero, se hace mención sobre una supuesta reconstrucción de un caserío que ha terminado siendo un chalet bifamiliar y que nada tiene que ver con la vivienda que acabamos de mencionar, salvo que, por supuesto, pertenecen a la misma persona. Al igual que el caso anterior se trata de un asunto de la legislatura 2003-2007, por lo que no tenemos conocimiento de qué tipo de licencias se otorgó y si efectivamente se ha cumplido o no. De ser cierto lo que se afirma en el diario, las responsabilidades afectarían no sólo al actual alcalde, propietario de la reconstrucción en cuestión, sino también al Alcalde de aquel entonces y a los servicios técnicos del Ayuntamiento, que serían responsables del informe de fin de obra donde debieran recogerse estas supuestas irregularidades. A día de hoy no tenemos información sobre este caso particular y, por tanto, nada más podemos  aportar al respecto en este momento.

Sí queremos comentar, sin embargo, que al final de este segundo artículo se afirma que el PNV y Bildu se negaron a tratar por vía de urgencia la moción presentada por el concejal tránsfuga Heri Lago Lekue, lo cual, es completamente falso. Es cierto que en dicha sesión plenaria el concejal tránsfuga presentó una moción de urgencia (¡hablamos de asuntos de hace dos legislaturas!) y que nos lo comunicó al resto de concejales en ese mismo instante. Por ello, desde EHbildu Barrika lo que solicitamos es que debido a la transcendencia de la cuestión y a la falta de información documental al respecto, se trasladara esta cuestión a la próxima Comisión Informativa en la cual se dispusiese de todos los expedientes relacionados con este asunto, además, de un informe técnico elaborado por los servicios municipales. El PNV y el resto de concejales, incluido el propio Heri Lago Lekue, aceptaron esta propuesta por lo que finalmente ni tan siquiera llegó a votarse si se presentaba o no. Por tanto, fue el propio promotor de la moción quién la retiró en contra de lo que publica El Correo. Entendimos en su momento, y lo seguimos haciendo ahora, que este asunto ha de aclararse como es debido, es decir, en una comisión informativa donde se presente toda la documentación pertinente, algo que debiera haberse hecho hace mucho tiempo pero que el PNV ha ido retrasando gracias al sistema presidencialista que rige nuestro municipio. Por ello, respecto al contenido poco más podemos aportar de momento salvo que seguiremos investigando y solicitando documentación hasta que se aclare esta situación.

Lo que no vamos hacer, y menos en un asunto tan delicado como este, es acusar por acusar sin ninguna prueba de nada. Primero hemos de analizar los hechos y luego, en función de los mismos, adoptar las medidas oportunas. Éste, y no otro, ha de ser el orden, si lo que realmente perseguimos es actuar con un mínimo de rigor y hacer frente a los problemas.  Pero lamentablemente no todos piensan igual y algunos parecen dedicar sus esfuerzos a buscar el titular fácil en la prensa, sin haber ni tan siquiera analizado el tema. Sorprende en este sentido que por vía de urgencia se nos presente una moción, que ni se ha registrado previamente para su discusión y, no lo olvidemos, pertenece a asuntos de hace dos legislaturas. ¿Por qué no se denunció en aquella ocasión? ¿Por qué se hace ahora y por vía de urgencia sin dar la opción al resto de concejales para estudiar previamente el asunto? ¿Por qué se acude a la prensa, cuando ni tan siquiera se ha solicitado estudiar la cuestión en el Ayuntamiento? ¿Por qué este oportunismo político? Estas son preguntas que le conciernen responder al concejal Heri Lago Lekue, en relación a las formas utilizadas por él mismo en todo este asunto. Desde luego, desde Ehbildu Barrika no compartimos esta forma de proceder y no sería la primera vez que se publica “información” de este concejal que luego se demuestra ser falsa.

Lo anterior, sin embargo,  no puede ocultar el fondo de la cuestión, que no es otro que las irregularidades en torno a la vivienda en construcción del Alcade. Por ello, el Alcalde no puede seguir haciendo oídos sordos a los requerimientos de la oposición, al menos, si no quiere seguir alimentando con sus actos las sospechas en torno a sus viviendas. Por consiguiente, el PNV debe presentar los expedientes e informes técnicos oportunos tal y como se lo llevamos solicitando desde hace tiempo, y que ellos mismos se han comprometido más de una vez, la última, en el pleno anterior. Además de la explicaciones oportunas, también debe el Alcalde regularizar la situación de la licencia caducada, puesto que no se puede permitir que la máxima representación del Ayuntamiento incumpla lo que él mismo obliga a los demás. Esto no es más que otro sintoma de cómo entiende el PNV el ejercicio de gobierno.

 

Contrariamente a lo que se nos prometió desde el PNV y los concejales tránsfugas cuando suprimieron las Comisiones Técnicas de trabajo, la transparencia y la participación en nuestro consistorio han quedado reducidas a la nada, lo cual, entre otras cosas, propicia que este tipo de casos salten a la prensa antes incluso de ser investigados y tratados como es debido. La proximidad de las elecciones municipales, además, no augura que los que buscan titulares impactantes vayan a cejar en su empeño y menos visto el éxito que con ello están logrando. Por lo tanto, exigir  a estas alturas que en este Ayuntamiento se actúe con responsabilidad, transparencia y rigor parece ya una quimera. Tanto el PNV como los concejales trásfugas son, sin ningún lugar a dudas, los principales responsables de esta deriva.